2.
5.- Principios de conteo
Muchos problemas propuestos
en olimpiadas matemáticas se pueden resolver contando las formas posibles de
realizar una determinada acción, o, utilizando el camino inverso, interpretar
una fórmula que nos dé el enunciado como el cardinal de un conjunto. Por
ejemplo, si los dos miembros de una identidad que nos piden verificar son
distintas formas de contar una misma cosa, es evidente que la identidad se
cumple.
Hay muchas herramientas para
contar. La combinatoria nos ofrece numerosas fórmulas para contar las distintas
posibilidades para ordenar objetos, y la mayoría están recogidas en casi todos
los libros de cálculo ó de matemática discreta ([4],
[5]).
También es útil conocer los
números combinatorios, y algunas de las relaciones que satisfacen. Enumeraremos
algunas de ellas, por ejemplo:
Que se pueden probar
fácilmente por inducción. Demostraremos la última fórmula ya que se puede dar
una prueba bastante curiosa:
Sabemos que por el binomio de Newton: . Sustituyendo ahora por
obtenemos precisamente
.
Otra herramienta muy
conocida para contar es el Principio de las Casillas o
Principio de Dirichlet,
también conocido como el Principio del Palomar y The Box Principle. El
enunciado de este principio es muy sencillo, una primera versión podría ser:
“Tenemos cinco flores y cuatro jarrones. Si colocamos las flores en cuatro
jarrones, entonces en al menos un jarrón habrá al menos dos flores”. Como se
puede ver por el enunciado, es un principio bastante intuitivo.
Una versión más general
sería: “Si tenemos objetos, y
cajas en
las que distribuirlos, al menos en una de ellas habrá
objetos”, donde
denota el menor número
entero
.
Un ejemplo de utilización de
este principio en un problema nada trivial sería:
Se consideran cuatro números reales y
distintos del intervalo (0,1).
Demostrar que siempre se pueden
elegir dos de ellos, a y b, tales que:
Todos los números del intervalo (0,1) son de la forma , con
.
Dividiendo en tres partes dicho intervalo: ,
,
, por el principio del palomar tenemos que al menos dos de
los cuatro números considerados,
y
verifican:
.
Entonces, como la función coseno es decreciente en , suponiendo sin pérdida de generalidad que
, tenemos que
, por lo que
, desigualdad que con
y
queda:
, que es a su vez equivalente a
Finalmente, para obtener la desigualdad del enunciado,
dividimos por esta última expresión.
Terminamos esta subsección
refiriéndonos a las ecuaciones de recurrencias, que son relaciones que nos
permiten expresar una propiedad en un instante determinado en función del valor
de la propiedad en una serie de instantes anteriores, y que son herramientas
útiles para hallar cardinales de conjuntos en casos en que no se pueden
utilizar las técnicas anteriores.
Como ejemplo puede servir el
siguiente problema:
Considera
los conjuntos:
Prueba que
(IMC
2005-Problema 2, primer día)
Para n=2
es cierto, ya que
También se cumple para n=3.
Supongamos que es cierto para todo ,
. Entonces, demostremos que también es cierto para
. Contemos los elementos que hay en cada conjunto por medio
de relaciones de recurrencia de segundo orden:
Comprobamos que se cumplen estas dos igualdades:
= nº de vectores de
con las dos últimas
cifras distintas y que por tanto les puedo añadir como última cifra la última
que tengan.
= nº de vectores de
a los que le añado de
última cifra una de las dos cifras en las que no acaban
(Otra
forma de verlo sería que por cada vector en puedo conseguir 2
vectores en
metiendo 2 veces una
cifra distinta a la última del vector en
, y por cada vector en
puedo conseguir 2
vectores en
metiendo al final una
cifra distinta a la última del vector en
. Son distintos a los vectores en
conseguidos antes,
porque estos tienen las 2 últimas cifras distintas, y los anteriores tenían las
2 últimas cifras iguales, y todo vector de
se puede conseguir
así, luego
).
= nº de vectores de
con la última cifra
distinta de 0 y que por tanto les puedo añadir un 0.
= nº de vectores de
a los que le añade un
1 o un 2.
Por lo que se cumple también la segunda igualdad
Y por tanto se cumple la igualdad del enunciado (inducción).